El estado y la estabilidad de las finanzas personales y los asuntos financieros de un individuo se denominan salud financiera. Los signos típicos de una sólida salud financiera incluyen un flujo constante de ingresos, cambios raros en los gastos, fuertes rendimientos de las inversiones y un saldo de caja que está creciendo.
Su salud financiera toma en cuenta varios factores de su situación financiera personal (como su patrimonio neto, puntaje crediticio, deuda, ahorros, fondo de jubilación, etc.) para dar una visión holística de qué tan preparado está para satisfacer las diferentes necesidades financieras.
10 consejos para mejorar su salud financiera
CFSI ha definido cuatro componentes de la salud financiera: gastar, ahorrar, pedir prestado y planificar. Estos componentes reflejan sus actividades financieras diarias. Lo que hace hoy en términos de gastos, ahorros, préstamos y planificación aumenta o disminuye su capacidad de recuperación y capacidad para buscar oportunidades.
Las cuatro áreas principales de salud financiera que deben examinarse son liquidez, solvencia, rentabilidad y eficiencia operativa. Sin embargo, de los cuatro, quizás la mejor medida de la salud de una empresa es el nivel de su rentabilidad.
La mala salud financiera puede conducir a una mala salud
El estrés financiero se manifiesta en numerosas condiciones físicas. Además de los trastornos del estado de ánimo, el estrés financiero contribuye a la migraña, las enfermedades cardiovasculares, las ausencias del trabajo, el insomnio y más.
Otras buenas conductas financieras incluyen: Establecer metas financieras mensurables y planes realistas para lograrlas; Crear y mantener un fondo de emergencia equivalente a tres meses de salario neto; Usar un presupuesto para controlar el gasto de gastos regulares e irregulares; Mantener un seguro adecuado para la propiedad, ...
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