5 formas de gestionar el riesgo de la cartera de inversiones
Los métodos básicos para la gestión de riesgos (evitación, retención, intercambio, transferencia y prevención y reducción de pérdidas) pueden aplicarse a todas las facetas de la vida de una persona y pueden dar sus frutos a largo plazo.
5 tipos de estrategias de inversión
Estrategias para ayudar a administrar el riesgo de inversión
Preservación del capital con una consideración primordial en los ingresos corrientes. Equilibrado. Crecimiento & Ingreso. Crecimiento a largo plazo con seguridad.
Una vez que se han identificado y evaluado los riesgos, todas las técnicas para gestionar el riesgo se incluyen en una o más de estas cuatro categorías principales:
Los cuatro tipos de estrategias de mitigación de riesgos incluyen la evitación, aceptación, transferencia y limitación de riesgos.
Los principales estilos de inversión se pueden dividir en tres dimensiones: activo vs. gestión pasiva, crecimiento vs. inversión en valor y pequeña capitalización vs. empresas de gran capitalización.
Las mejores estrategias de inversión son aquellas en las que puede maximizar su rendimiento mientras minimiza su riesgo, y si bien puede invertir literalmente en cualquier cosa, las mejores inversiones que he encontrado son acciones, bonos y bienes raíces. A continuación se muestra la estrategia de inversión que he usado y que sigo usando hasta el día de hoy para generar riqueza.
Una mejor estrategia, dicen los expertos, es realizar nuevas inversiones a intervalos regulares, un proceso conocido como promedio de costos en dólares. La inversión exitosa se trata menos de sincronizar el mercado que de darle a una amplia cartera de inversiones el tiempo que necesita para crecer.
Existen diferentes tipos de riesgos que una empresa puede enfrentar y debe superar. En general, los riesgos se pueden clasificar en tres tipos: riesgo empresarial, riesgo no empresarial y riesgo financiero. Riesgo comercial: las empresas comerciales asumen este tipo de riesgos para maximizar el valor y las ganancias para los accionistas.
Por ejemplo, para evitar daños potenciales por una violación de datos, una empresa podría optar por evitar el almacenamiento de datos confidenciales en sus sistemas informáticos. Para controlar o mitigar un ciberataque, una empresa podría aumentar sus controles técnicos y la supervisión de la red. Para transferir el riesgo, una empresa podría adquirir una póliza de seguro.
La estrategia de gestión de riesgos refleja la visión de la organización sobre cómo pretende gestionar el riesgo, potencialmente de todos los tipos, pero al menos dentro de una categoría discreta de riesgo, incluidas las políticas, los procedimientos y los estándares que se utilizarán para identificar, evaluar, responder, supervisar, y gobernar el riesgo.
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